El imán bidimensional, el triyoduro de cromo.
Todos los materiales con capacidad magnética puestos a prueba como una lámina de un solo átomo de grosor, perdían estas capacidades, excepto el compuesto triyoduro de cromo (molécula formada por tres átomos de yodo y uno de cromo).
Poder transmitir información bidimensionalmente puede tener muchas otras aplicaciones y utilidades en diversos aspectos de la vida diaria. El proceso de creación de esta lámina monoatómica fue el mismo utilizado para la obtención del grafeno: el uso de cinta adhesiva para separar las capas hasta llegar a una de un solo átomo.
Las propiedades magnéticas a nivel bidimensional de este material es un hallazgo único y realmente revolucionario, al cual se le va a tomar la importancia y valor correspondiente a su calibre.
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