¿Puede haber algo más rápido que la luz?
Cuando una partícula se acerca a la velocidad de la luz, su masa tiende a infinito; haría falta una energía infinita para seguir acelerándola y eso es algo que nunca se consigue.
Esta teoría dice que nada puede ir más rápido que la luz. Einstein la construyó a partir de dos observaciones que, aparentemente, eran contradictorias. Por un lado, estaba la relatividad de Galileo. En ella, se explicaba el concepto de velocidades relativas entre sistemas y cómo se hacía la suma de velocidades. El otro hecho en el que se apoyó Einstein es que a finales del siglo XIX había experimentos para medir la velocidad de la luz en sistemas en movimiento, en el más famoso se intentó medir lanzando un rayo de luz en la dirección del movimiento de la Tierra y otro en la dirección perpendicular. Según la teoría de Galileo se esperaría que, por la suma de velocidades, el que se movía en paralelo a la Tierra debía ir más rápido que el que se movía en perpendicular. Pero eso no ocurría. La velocidad de la luz era siempre la misma independientemente de si se movía dentro de un sistema que ya estaba en movimiento o no. Eso contradecía la relatividad de Galileo, la suma de velocidades no se aplicaba a luz.