Todos hemos oído hablar de los reactores nucleares. Estos obtienen energía eléctrica mediante la fisión de núcleos pesados e inestables en núcleos relativamente más ligeros y estables, generándose así un incremento de energía positivo que se traduce en una mayor energía cinética de los núcleos resultantes. En consecuencia, la temperatura del medio aumenta, lo cual se aprovecha para vaporizar agua y desplazar turbinas que son las responsables de la producción eléctrica.
De la misma forma, también hemos oído hablar de que la fusión de núcleos ligeros en núcleos más masivos también genera energía, pues se produce un defecto de masa entre los reactivos y el producto que es equivalente a una gran cantidad de energía. Sin embargo, este proceso resulta mucho más complicado que la fisión pues, entre otras razones, los reactivos (isótopos del hidrógeno) necesitan moverse a grandes velocidades (se necesitan alcanzar temperaturas de 15 000 millones de grados) para que se de lugar a la reacción.
Por ello, desde hace varias décadas existen proyectos internacionales para hacer viable este método de obtención de energía. Uno de ellos, el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), planea ionizar los reactivos (creando así plasma) para posteriormente contenerlos mediante un potente imán superconductor aún en proceso. De la misma forma, también se tiene que idear un revestimiento que soporte la radiación de neutrones que se producirá en cada reacción de fusión.
El proyecto está planeado llevarse a la práctica a mediados del siglo actual. De ser así, eso querría decir que pronto dispondríamos de una alternativa energética renovable, más eficiente y prácticamente no contaminante.
Dejo aquí el link del artículo completo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada