La respuesta es que ahí también hay agua.
El ácido quema porque se disocia, dona un protón al agua, (un ácido de Bronsted), y entonces se produce una reacción química con calor que provoca lo que llamamos una quemadura química. Es ese calor el que causa irritación cuando ocasiona una desnaturalización de proteínas, y, en el caso de algunos ácidos, quemaduras muy graves. Y eso ocurre cuando el ácido entra en contacto con nuestra piel y provoca corrosión en ella.
Esto es así con todos los ácidos aunque unos son más fuertes y otros menos. Por ejemplo, el ácido acético, que es un ácido orgánico, es menos fuerte y aunque si te echaras ácido acético puro tu piel se irritaría no es lo mismo que, por ejemplo, el sulfúrico, que es uno de los ácidos fuertes.
Lo que determina la capacidad de cada ácido para producir esas consecuencias es la constante de disociación o constante de acidez. Esta constante de disociación es la medida de la fuerza de un ácido en disolución, o lo que es lo mismo su capacidad de donar protones a la solución con la que entra en contacto. Sabemos que el ácido sulfúrico puede hacer agujeros y eso es porque tiene una constante de disociación muy alta, sin embargo, si te cae en la piel ácido acético solo te provoca una irritación y eso es porque su constante de disociación, su capacidad de ceder protones al medio con el que entra en contacto, es mucho más baja que la del sulfúrico. Cuantos más protones cede un compuesto, mayor es la reacción química que se produce y mayor su producción de energía y, por lo tanto, más capacidad de producir corrosión.
Los ácidos orgánicos están en todas partes. Por ejemplo, hay ácidos que se producen por fermentaciones biológicas como el láctico o el acético que son ácidos suaves y forman parte de muchos alimentos. Juegan un papel muy importante en nuestra alimentación diaria. También nuestro cuerpo produce ácidos, cuando hacemos ejercicio generamos ácido láctico que es el que más tarde provoca las agujetas en los músculos.
Me ha parecido interesante este artículo porque explica de forma muy resumida la distinción entre ácidos fuertes y débiles y sirve como una pequeña introducción al tema de ácido-base.
Se puede encontrar más información en: https://elpais.com/elpais/2019/04/15/ciencia/1555320127_207351.html
La noticia es un poco antigua.
ResponEliminaArtículo interesante.