El Instituto de Diagnóstico Ambiental
y Estudios del Agua , junto al Instituto de Ciencias del Mar, el Instituto de
Química Orgánica General y la Universidad de de Vigo comienzan hoy la expedición
ANTOM-II en el océano Austral para analizar el impacto de los contaminantes
emergentes y compuestos orgánicos semivolátiles de origen humano.
Durante un mes, el equipo investigador
se centrará en analizar el potencial de los microorganismos marinos de la
Antártida para degradar estos contaminantes de origen humano.
Este proyecto es una continuación del
estudio que comenzó en diciembre de 2020, cuando la expedición ANTOM-I partió
desde Vigo hasta Punta Arenas, y que recogió muestras de aire y agua en el
océano Atlántico para determinar cómo se transportaban los contaminantes químicos
hasta el océano Austral.
El objetivo general de ANTOM es
cuantificar las entradas atmosféricas de contaminantes orgánicos emergentes y
de la materia orgánica antropogénica en el océano Austral, y abordar el estudio
de su relevancia biogeoquímica, explica la investigadora del IQOG-CSIC y co-IP
del proyecto, Begoña Jiménez.
Los resultados que se obtengan de este proyecto ayudarán a
entender los efectos que tiene la contaminación de origen humana en los
ecosistemas antárticos. La huella química antropogénica determinada en esta
zona es un reflejo del estilo de vida de la sociedad actual y este proyecto
mostrará el alcance y el impacto de la contaminación en zonas remotas.
He escogido este articulo porque tiene que ver con la química orgánica y la contaminación es un problema muy actual y de vital importancia. También me ha gustado que sea una investigación del CSIC en la que participa España.
Artículo completo aquí.
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