dimarts, 18 de febrer del 2020

El plomo, el elemento químico detrás de muchas obras de arte.

Con la ayuda de la fluorescencia de rayos X es posible conocer la identidad de los átomos que forman parte de una obra de arte.

William Watts, hizo pasar el elemento químico plomo (Pb) fundido por una bandeja agujereada, y así, se formaron bolas esféricas que se enfriaban y se terminaban por solidificar en un balde de agua.Con esta historia se pone de manifiesto algunas de las propiedades más interesantes de este elemento: se funde a temperatura relativamente baja (327ºC) y se moldea con facilidad.

Encontramos el plomo en usos tan dispares como pueden ser los tipos de móviles de las imprentas, la fabricación de cañerías o vidrieras.El plomo también fue el compañero de fatigas de otro artista medieval, el ilustrador, que utilizaba un compuesto rojizo derivado del plomo; y no pasó desapercibido en los escultores de todas las épocas.Además, nos ha regalado una enorme variedad de pigmentos pictóricos como el blanco albayalde, uno de los más importantes de la historia, o el primer amarillo sintético.


Este artículo, me ha parecido muy interesante y curioso, pues relaciona el arte con la química, por muy opuestas que suenen.Así, se puede entender como diferentes ámbitos pueden estar estrechamente relacionados y cómo la química está detrás de muchos entornos.Además, se exponen propiedades, usos, tratamientos, y derivados del plomo de manera sencilla.Muy recomendado.




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